Un apagón prolongado puede generar más problemas de los que pensamos. Desde la incomodidad inmediata de quedarse sin luz hasta el riesgo de dañar aparatos, las consecuencias de quedarse sin suministro eléctrico durante varias horas afectan tanto al confort como a la seguridad del hogar. ¿Pero qué ocurre exactamente? ¡Vamos a verlo! Se lo explicamos gracias a la experiencia que tenemos en Abimac, sus electricistas en Pontevedra.
Consecuencias inmediatas de un apagón
La primera consecuencia es evidente: la falta de electricidad detiene todo lo que depende de ella. La iluminación desaparece, lo que puede resultar peligroso si ocurre de noche. Los electrodomésticos como la nevera o el congelador dejan de enfriar y, pasadas unas horas, los alimentos empiezan a deteriorarse.
Otros sistemas también se ven afectados: las alarmas y cámaras de seguridad sin batería de respaldo se apagan, los detectores de humo dejan de estar operativos y el wifi o la televisión quedan fuera de servicio. Incluso la comunicación depende de la batería de su teléfono móvil y de la cobertura que ofrezca la red en ese momento.
Riesgo para los electrodomésticos al volver la luz
Cuando el suministro se restablece, es habitual que lo haga acompañado de picos de tensión, que son aumentos repentinos de voltaje que, en ocasiones, terminan siendo muy dañinos para aparatos electrónicos sensibles como televisores, ordenadores o routers. En algunos casos, la sobrecarga puede inutilizar el dispositivo de inmediato; en otros, esos pequeños golpes eléctricos acortan la vida útil de los aparatos.
Cómo protegerse durante un apagón
Eso sí, nuestros electricistas en Pontevedra siempre que pueden explican que existen medidas sencillas para reducir considerablemente los riesgos:
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Desconectar aparatos sensibles: al producirse un apagón, lo recomendable es desenchufar equipos electrónicos delicados para evitar que sufran daños cuando la luz regrese.
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Instalar protectores de sobretensión: estos dispositivos actúan como una barrera frente a picos eléctricos, absorbiendo el exceso de energía antes de que alcance sus aparatos.
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Mantener la nevera y el congelador cerrados: cada vez que abre la puerta, el frío acumulado se escapa. Si se mantiene cerrada, una nevera puede conservar la temperatura interna hasta cuatro horas y un congelador hasta 24.
El papel del electricista en la prevención
Además de estas medidas, contar con la revisión periódica de un electricista es la mejor forma de prevenir problemas mayores. Si lo necesita, en Abimac revisamos la instalación eléctrica, comprobamos que los diferenciales funcionen correctamente e instalamos soluciones de protección como sistemas de respaldo o protectores de sobretensión.
Electricistas en Pontevedra a su servicio
Los apagones no siempre se pueden evitar, pero sí es posible reducir sus efectos. Si quiere asegurarse de que su instalación está preparada, desde Abimac ponemos a su disposición un equipo de electricistas en Pontevedra con amplia experiencia. Si contacta con nosotros podemos asesorarle sobre las mejores medidas de protección para su hogar o negocio y encargarnos de cualquier reparación eléctrica que necesite.